Todo el mundo puede hacer una clase de ballet. Los adultos también. Según el grupo, se adapta el nivel de dificultad siempre con una misma estructura: un calentamiento, ejercicios de barra y ejercicios de centro.
El ballet para adultos es una técnica que acerca los beneficios de la Danza Clásica a niveles “no profesionales”. Siendo una practica abierta y adaptada del ballet, que permitirá disfrutar “cual bailarín/na”, al mismo tiempo que se conseguirá mejorar: la postura corporal, la tonicidad, la flexibilidad y el aspecto físico. A demás de contribuir positivamente en nuestro estado de ánimo y ser una herramienta útil contra el estrés.
La estructura de las clases se adaptan en dificultad a las necesidades de las personas que formen los grupos. Cada clase de ballet se divide en tres partes o secciones, os explicamos en qué cosiste cada una de ellas.
Ejercicios de suelo a modo de preparación articular y muscular
Es lo más parecido a un calentamiento, en el cual preparamos el cuerpo y la mente para los movimientos necesarios a realizar en el desarrollo de la sesión.
Ejercicios de barra
Sigue la estructura básica de una clase de ballet, en la que la intensidad de los ejercicios irá en aumento. En ella se trabajarán pasos y coordinaciones básicas de brazos, pies y piernas, junto con el equilibrio y la corrección postural; necesarios tanto para poder bailar de manera correcta como para conseguir unos hábitos y aspecto físico más saludable en nuestra vida diaria.
Ejercicios de centro
Respeta la misma estructura que en la barra, pero sin apoyo de la mima; finalizando con una vuelta a la calma, en la que se trabajará la respiración y se tratará de estirar y relajar la musculatura.
Por supuesto, todos y cada uno de los ejercicios a realizar están acompañados de música y del disfrute que supone sentir que “bailamos”. Pues ante todo, la “Danza Es Un Arte”.
¿Os animáis a poneros las zapatillas?